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La SGAE llama a tu puerta

Ayer me he quedado flipando tras recibir en un foro de música en el que estoy registrado, un privado de alguien que, al parecer, trabaja en la SGAE; intentando convencerme de las bondades y beneficios de esta entidad.
Por lo que he podido comprobar, este privado se lo han mandado a un buen montón de foreros más, y, por si no le llegaba, ha abierto un topic en el apartado de promocion de grupos noveles en dicho foro. Veer para creer:

http://foros.desconcierto.com/tema-4783.html

Nueva estrategia post-Ramoncín?
Lo harán también en otros foros? Lo que no nos cuentan son las clausulas abusivas a las que someten a sus asociados ni que existen otras vías para como la autoedición o el copyleft


Os dejo por aquí una copia de ese privado masivo, que se asemeja mucho a lo que ha posteado en el foro:

Hola!

soy Andrés, músico y compositor. Estoy colaborando como A&R en la SgAe. Como sabes, SgAe gestiona tus derechos de autor (el dinero que genera tu obra cuando sale en la radio, tocas en directo, etc), protege tus canciones y asesora y defiende jurídicamente., de forma gratuita.

Si quieres darte de alta en SGAE podemos quedar en nuestras oficinas o te envío todo por correo.

Debes rellenar unas hojas, adjuntar una fotocopia del DNI, así como una fotografía, además del registro de la obra. El único pago de 15 euros se hace a la entrega de la documentación y no hay más pagos.

Respecto al registro puedes hacerlo con partitura (basta con la línea de bajo y la melodía de la voz), o con un CD lo cual lleva un gasto de 30 euros por obra que no tienes que pagar, sino que se te descuenta de los derechos que vayas generando,

espero tu respuesta, un saludo cordial,


Andrés

CD o no CD, esta es la cuestión

A pesar de que el articulo de Enrique Mateu ya tiene más de 9 meses, he decidido que recordarlo sería la mejor manera de abrir este blog . Nos muestra de una manera muy clara el pésimo panorama que tienen y han tenido los músicos noveles en los últimos años, y nos plantea la pregunta de si ese es el camino a seguir.

En su acertado artículo nos ofrece un repaso a los abusos que constantemente sufren los grupos a los que se le presenta la oportunidad de grabar un disco y darse a conocer a un público mayoritario: Royalties ridículos, deducciones por estuche, blindajes de por vida, contratos editoriales rozando la ilegalidad, etc.

Desde luego, en los tiempos que corren cabe plantearse muy seriamente si seguir este juego preestablecido o esperar que las nuevas tecnologías y el hazlo-tu-mismo lleguen a cambiar el modelo tradicional de la música como negocio.